martes, 9 de noviembre de 2010

Dilema y poder - Las técnicas de conquista psico-fisiológica y el respeto a la intimidad del espectador (1961)

XIV Congreso Internacional de la Técnica Cinematográfica, Turín, septiembre de 1961

Me han de permitir ustedes que difiera de la mayoría de las inquietudes técnicas hasta ahora presentadas en este XIV Congreso.
Dos signos distinguen a la aristocracia técnica: uno la conquista de la calidad, otro, el respeto al prójimo.
Esta aristocracia técnica hoy está muy poco cultivada.
Desgraciadamente, la tecnología de nuestro tiempo padece dos grandes pecados: la falta de una ética en la dinámica que la impulsa, y la sobra de medios ya babélicos e interferentes.
El cine se está muriendo. Y se está muriendo a pesar de su inercia económica y de su aparente prosperidad.
La TV, su sobrina electrónica, lo ha heredado en vida; aunque todavía existe la posibilidad de un cine para transmitirse en los salones públicos.
El técnico ha de utilizar hoy una normalización elástica que le permita adaptarse a la diferente capacidad instrumental de las instalaciones; y operar por distintos canales de transmisión de informaciones, con técnicas de superación de sensaciones vitales.
Este cine, ha de ser un espectáculo basado en la concentración de espectadores.
Un cine que opere con la presencia y presión del grupo.
Este cine, más que emocional es conmocional; y hoy ya comienzan a disputárselo los aventureros y los feriantes de “Grutas Encantadas”.
Hace cinco años, que en la novena reunión de este mismo Congreso, planteé un programa de nuevos canales: 1, luminotecnia sincrónica en la sala. 2, sabor. 3, perfume. 4, tacto en las butacas. 5, una nueva iluminación por impulsiones. 6, una nueva óptica apanorámica. 7, una nueva acústica diafónica.
Ahora, hay que añadir el maquillaje electrónico móvil, el nuevo sistema de color temporal, palpitante, tactil y el complejo de técnicas de umbral y subliminales, que por su velocidad emisora, desbordando nuestra humana capacidad de reflejos, nos sumergen en un “maremagnum”.
Últimamente, las investigaciones y experiencias que he realizado en Méjico y en España, en los campos de la TV por Video Tape y del cinema, me afirman en el peligro que denuncié en 1959, en la segunda reunión de la UNIATEC, el posible mal uso de las técnicas psico-fisiológicas.
La técnica del cine es de encanto, conquista, conversión, participación; y hace que el espectador pierda pie por velocidad e intensidad.
Y amigos míos, cuando se encanta, cuando se conquista, cuando se coacciona la libertad humana, sólo está justificado si existe un gran motivo poético y amoroso.
La verdad es que muchos de nosotros vivimos entre máquinas de ensuciar cerebros, donde conquistar, sugestionar, seducir, alucinar, son actividades encomiables, admitidas como excelentes.
Son horas de lluvia radioactiva y de efectos subliminales en el campo del espectáculo.
Debemos detectar y controlar este espectáculo que nos hace ver sin mirar, oír sin escuchar y marcar el paso sin apercibirnos.
Hay que sobre montar a las máquinas y esto sólo se logra desde una posición mental meca-mística.
Desde una conciencia de la mecánica invisible que nos rodea.
Nuestra misión es abrir caminos al hombre.
Cauces fecundos y libres, casi automáticos, para que pueda transmitirse la comunicación más entrañable.
Pensar que la estética no es importante.
Es importante la magia de la mística.
El diálogo de pueblo a pueblo, de hombre a hombre, es vía instinto. Por una zona de simpatías amorosas elementales.
Y por esa vía del instinto es por donde se transfiere la cultura de sangre.
El cinema cultiva su vía instinto con el movimiento inconsciente y libre de sus imágenes y sonidos.


Paradoja
En 1955, en la primera conferencia mundial de expertos cine TV, convocada por UNESCO, fue precisamente España la que propuso al mundo el camino del diálogo espectacular y popular, en cine, radio y TV, por medio del “Canal de la reacción pública”.
Los pueblos crean las lenguas cuando tienen algo nuevo que decir.
Una misión máxima del cinema es la de sensibilizar insensiblemente.
Clave de la actual técnica informativa: la más veloz aproximación y participación.

La Bioelectrónica, por aclaración del fenómeno telepático, lleva tiempo interesando a los primeros laboratorios de las comunicaciones.
Leonid Vasilyev ahora descubre que la telepatía, sugestión y clarividencia, son funciones del humilde instinto. Del mismo que orienta con toda certeza el vuelo de las criaturas.

Dilema
Si operamos con emociones y conmociones en aceleración e intensidad, estamos expuestos a padecer las graves crisis de hipertensión paroxística.
Si, por el contrario, a fuerza de golpes emotivos establecemos la insensibilidad, podemos sumergir a las criaturas en la incredulidad y desidia.
Virtud del técnico será el poner en juego, para el bien, este complejo instrumental psicofísico de las técnicas actuales, que hoy se perfilan como agresivas y atentatorias al fuero interno de la persona humana.
Y para finalizar estas reflexiones no olvidemos aquella que Alberto Einstein nos dejó escrita:
“La preocupación por el hombre y su destino debe ser siempre el móvil de todos los
esfuerzos técnicos.”



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